El masaje es una práctica milenaria extendida por todo el mundo. Son múltiples sus beneficios a nivel físico y mental: activa la circulación, es un buen reconstituyente, relaja la musculatura, libera de tensiones, calma la mente…
El masaje infantil surge como necesidad de transmitir el cariño y el amor de padres a hijos. Ha sido, desde siempre, una preciosa forma de crear un vínculo especial entre los dos. Vivimos en una sociedad cada vez más instrumentalizada y deshumanizada en la que los seres humanos somos seres más independientes e individualistas. No estamos acostumbrados a mantener mucho contacto físico con las demás personas y cuánto gusta un buen abrazo de un ser querido, una caricia, un apretón de manos… Cuánto nos transmite, ¿verdad?
Desde CENTROELLE queremos continuar con la preciosa labor que está llevando a cabo la Asociación Internacional de Masaje Infantil, haciéndoos llegar la ternura del “tacto nutritivo”. Siempre con prisas, siempre con agobios, siempre programados y condicionados….
El masaje a nuestro bebé es un oasis de ternura en un día a día mecanizado y robótico. Es un ratito para nosotr@s mism@s y para compartir con nuestr@s hij@s. Es una forma de contacto, de unión, de “estar ahí”… Las que sois madres me entenderéis cuando os diga que el cordón umbilical no se corta nunca. Una madre ha llevado a su hijo en su interior, lo ha arropado, protegido y cuidado desde que salió de su vientre, lo seguirá haciendo hasta su último día. Los papis sienten lo mismo, aunque no hayan tenido la suerte de vivir en primera persona esa experiencia. Pero su labor y su presencia es super importante desde el embarazo para que sus hijos sean personas íntegras y felices en un futuro.
El masaje infantil es una forma de decir “te quiero” a nuestros hijos, de “estar” con ellos, de disfrutarlos”, de “sentirlos” y, lo más importante, de que nos sientan. Además, tiene múltiples beneficios a nivel orgánico:
La piel es el mayor y más poderoso sistema de comunicación de que dispone el bebé; a través del tacto se transmiten infinidad de mensajes del medio externo al interno (el cerebro).
Estos estímulos externos, durante gran parte de la vida del niño, se reciben principalmente vía tacto (hasta los 12 años sigue siendo el sentido predominante para integrar información del mundo exterior). El tacto favorece el proceso de mielinización.
A partir de los 7 años, el proceso de inervación del córtex se suma al proceso de la mielinización que se haya producido.
Reducción del ACTH y las catecolaminas.
Liberación de endorfina, oxitocina y prolactina. La prolactina es la encargada de la producción de leche y tiene una misión fundamental en la relación madre-hijo. Esta hormona facilita la creación de la conducta maternal: las ganas de atender y cuidar al bebé, reconocerle lo positivo para favorecer la vinculación, ganas de tocarlo, acariciarlo… La prolactina no solo se desprende en la madre sino también en el padre o hermanos cuando contactan afectuosamente con el bebé a nivel de tacto.
Una situación de tranquilidad mantiene en equilibrio el sistema inmunológico y mejora su funcionamiento. El estrés, por el contrario, lo debilita.
La seguridad emocional que podemos ofrecer al bebé a través de un contacto corporal amoroso y continuado, así como el hecho de favorecer un estado de tranquilidad y relajación, fortalecerán su sistema inmunológico.
El masaje durante los primeros meses ayuda a madurar el sistema gastro-intestinal, y después a regularlo.
El masaje ayuda en situaciones de cólicos y gases a disminuir el dolor y las incomodidades, y a aliviar el estreñimiento, así pues, favorece la creación de un ambiente más distendido en la familia facilitando una mejor relación entre padres e hijos desde los primeros días de vida.
El masaje en la zona del pecho, espalda y hombros ayuda a regular el sistema respiratorio y a aprovechar toda la capacidad pulmonar.
A mayor aporte de oxígeno mayor limpieza de la sangre. Los movimientos de vaciado venoso (los de entrada) ayudan al retorno de la sangre al corazón y producen un efecto tonificante. Los de salida ayudan a la sangre a llegar hasta los extremos (manos y pies) y producen un efecto relajante.
Ayuda a drenar el sistema linfático suavemente.
El masaje tiene un efecto relajante y tonificante de la musculatura. Ayuda a disolver nudos de tensión física y emocional, que el niño va acumulando a lo largo de los días. En el niño, las tensiones físicas se acumulan en diferentes zonas musculares según la fase motriz en la que se encuentre.
El placer sensorial es importantísimo para poder vivir el cuerpo y el ser con libertad, abertura, sensualidad, sensibilidad y autonomía.
El masaje es una muy buena herramienta que nos permite tomar conciencia, de forma placentera, de las dimensiones y el espacio de nuestro cuerpo en relación al espacio externo.
Nos permite conocer nuestros límites corporales, que en el futuro nos ayudarán a conocer nuestros límites respecto a los demás, a respetarlos y hacernos respetar.
Si este conocimiento ha sido placentero, implica una aceptación buena de uno mismo, factor clave para la seguridad, confianza y autoestima. Esta seguridad es la que nos mantiene en equilibrio emocional y nos permite abrirnos al mundo aceptando a los demás.
Ayuda a crear y a nutrir los lazos entre madre/padre/bebé, que tan importantes son en la relación y comunicación entre ellos.
Cuanto más vinculados estén los padres respecto al niño:
Cuando hay unos vínculos afectivos fuertes hay una buena base para un mejor conocimiento mutuo. Aunque las condiciones no hayan sido favorables y no se haya podido establecer una vinculación inicial (prematuros, adoptados dificultad de contacto, etc.), el masaje infantil puede ser una vía para potenciar este vínculo.
Quizás tu hijo es adoptado, prematuro, ha estado en la incubadora, quizás tiene problemas de salud, quizás has sido mamá demasiado joven o has estado demasiado sola…. En estos casos aún es más importante hacer un buen masajito para crear nuevos vínculos, para que su sistema nervioso crezca en condiciones de normalidad y equilibrio, para relajarnos, para crear momentos bonitos en familia.
En definitiva, es una experiencia única, solo serán bebés un tiempecito muy fugaz y es precioso aprovechar cada mirada, cada gesto y cada momento de cada día con ellos.
Se trata de sesiones teórico-prácticas en la que podréis disfrutar con vuestros muñec@s de un ratito estupendo.
Los bebés serán, por su puesto, los principales protagonistas, pero si estáis esperando un hij@ y queréis aprender, también podéis participar.
Conoceremos los beneficios del masaje, las capacidades de nuestros bebés, aprenderemos las técnicas para diferentes tipos de patologías como gases, estreñimiento, cólicos, llanto, problemas de sueño… Os enseñaremos algunos trucos para “entender” mejor su lenguaje… Hablaremos de estudios científicos recientes, debatiremos y compartiremos nuestras experiencias como padres, intentaremos conocernos y conocerlos mejor.
Como no, este taller es eminentemente práctico para que disfrutéis de vuest@s bebés y de este arte. Así que tenéis que venir con ropa cómoda y con “muchas capitas” porque vamos a tener la sala más calentita de lo normal para que nuestros peques puedan estar desnuditos. No necesitáis nada más, todo lo prepararemos nosotras.
Así que ya sabéis, si estás interesada o quieres conocer algo más sobre el Masaje Infantil de CENTROELLE, ponte en contacto con nosotras. Tu bebé te lo agradecerá eternamente.
En la década de los 70 Vimala McClure funda la Asociación Internacional de Masaje Infantil creando un método y una forma de acercarse con respeto, escucha y amor al bebé. Actualmente la asociación tiene representación en más de 50 países, en España contamos con la Asociación Española de Masaje Infantil.
“El propósito de estas asociaciones es promover el TACTO NUTRITIVO y la COMUNICACIÓN a través de la formación, la educación y la investigación, para que los padres, cuidadores y niños sean amados, valorados y respetados en todo el mundo.”
Nosotras como fisioterapeutas hemos decidido complementar nuestra formación sobre bebés, masaje y embarazo con este método precisamente por estos valores. Es fundamental que tomemos consciencia del regalo que nos ha ofrecido la vida y la naturaleza, de que nuestros hijos necesitan ser comprendidos, respetados y amados y que es desde el primer minuto de vida (dentro del útero) cuando empiezan a sentirnos. Este es nuestro granito de arena. Estamos encantadas de estar ahí cuando nos necesites.
MÁS INFORMACIÓN
Lo ideal es que acompañéis los dos a vuestro chiquitín en todo el proceso.
Ayudamos a tu peque a sentir el orden y el equilibrio desde el primer minuto de vida.
Seguimos su evolución y os acompañamos durante su crecimiento e infancia.
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