A veces, aunque todo haya ido muy bien, nos quedan ciertas molestias o problemillas después de dar a luz. Nuestro cuerpo ha sido sometido a constantes cambios durante nueve meses y posteriormente ha sido sometido a un gran esfuerzo. En estos cambios están implicadas una gran cantidad de estructuras óseas, musculares, órganos, vasos sanguíneos, etc. Nuestro organismo puede quedar en desequilibrio o incluso podemos tener alguna secuela derivada del parto. La fisioterapia en esta etapa de la vida se encargará de reestructurarlo y de devolverle su equilibrio natural lo antes posible. Además, así evitarás que estas secuelas se agraven con el tiempo.

Si has sufrido un desgarro o tienes una cicatriz en tu suelo pélvico, tu cuerpo se verá sometido a muchas tensiones pudiéndote afectar al ritmo intestinal, las menstruaciones, la colocación de los órganos, los huesos de la pelvis y la columna … Nuestro cuerpo está perfectamente coordinado y relacionado, un pequeño desequilibrio puede ocasionarte problemas serios en un futuro. La fisioterapia uroginecológica  y fisiosexología te ayudará a paliar estos problemas.

Si sufres problemas como la incontinencia urinaria, fecal o de gases, relaciones sexuales dolorosas o molestas, pérdida de sensibilidad, dolores frecuentes e intensos de espalda, diástasis del abdomen … No debes pensártelo… Acude a tu fisioterapeuta de confianza.