Tenemos la gran suerte, por nuestra profesión, de conectar con vosotros no solo de paciente a terapeuta, sino de persona a persona, de corazón a corazón. Gracias por enseñarnos cada día!
Una paciente muy especial nos ha escrito unas líneas para dar a conocer su contacto con la fisioterapia durante el embarazo y el postparto.
Muchas gracias preciosa!!!
Todo empezó en mi tercer embarazo, después de tener 2 niñas ya grandes, me quedé embarazada. Mi reacción fue no no no no no me puede pasar otra vez a mi, era mucho miedo por lo que me pudiera pasar después de la mala experiencia en los partos anteriores .
Una amiga me habló de la fisioterapia, que habían abierto un centro en Puente Genil dedicado solo para mujeres y niños (mi idea era que solo eran masajes) tal era mi desesperación y mi bajo estado de ánimo que fui por probar animada por mi marido ya que me vio bastante afectada.
Empecé a tratarme, a ir a clases de pilates….. Al principio lo pasé fatal, ya que las demás muchachas que iban eran primerizas e iban con una ilusión tremenda. A mí se me saltaban las lágrimas de envidia de verlas con tanta ilusión y yo con tanto miedo.
Pero en un mes empecé a sentir una fuerza brutal por mi cuerpo que me sentía tan tan preparada que quería que llegara ya el momento y demostrar todo lo que había aprendido , esa fuerza en el transverso, ese control que tenía de mi cuerpo, como había aprendido a relajarme, eran unas sensaciones de fuerza mental y corporal que si no lo experimentas no me entenderás.
A falta de 3 meses para la llegada de mi bebe se incorporó a clases mi marido, pilar fundamental. En estas charlas recibidas, él se sentía protagonista ya que no es lo mismo que se lo contemos a que se lo expliquen: el cambio tan grande que sufre nuestro cuerpo , como se prepara para ese momento, cuál es su papel a la hora del parto, saber que te está pasando en cada momento a que se deben esos dolores…
Para mí ha sido una experiencia inolvidable, preciosa, la hemos vivido en pareja y el mal recuerdo que yo tenía de partos anteriores se han borrado por completo. Me quedo con un sabor de boca buenísimo, lo volvería a repetir una y mil veces.
GRACIAS por haberme aportado tanto en mi vida, por haberme preparado a mi y a mi marido con esa dulzura que te caracteriza, por haber hecho que disfrute de algo tan grande y bonito como es el alumbramiento de un hijo nunca me cansare de decirte GRACIAS.