Vivimos en un mundo de personas «perfectísimas» sin arrugas, sin celulitis, sin varices, sin michelines… La sociedad cada vez nos exige más a hombres y mujeres, según los canones de belleza actuales, todos debemos tener cuerpos perfectos y esculturales. Esto está creando muchos desequilibrios alimenticios y problemas de salud mental, afectando directamente a nuestra autoestima y autoconfianza.
Nosotras no hacemos tratamientos para que te parezcas a una muñeca de porcelana, eres perfectísima tal y como eres, con todas tus curvas, tus arrugas y tus cicatrices. Todas ellas forman parte de tí y de tu historia de vida y por ello son muy especiales. Debes sentirte muy orgullosa de quién y de cómo eres. Te hablamos de celulitis desde otra perspectiva, desde el punto de vista de la salud de tu cuerpo. Normalmente acumulamos celulitis cuando engordamos mucho en poco tiempo. También por desórdenes hormonales o problemas circulatorios. Vamos a conocer en profundidad nuestro cuerpo, adentrándonos en la piel y en la fascia superficial para que sepas exactamente qué ocurre y qué cómo puede repercutir en tu salud.
Hablaremos en primer lugar de la PIEL
La piel es una barrera de gran protección que cuenta con varias capas con un grosor de 2m² y un peso de aproximadamente 5 kg. Podemos dividirla en tres capas fundamentalmente: epidermis, dermis e hipodermis.
Epidermis, la más externa, está formada por capas de células. La más profunda es la basal, donde nacen los queratinocitos. Los queratinocitos van madurando a medida que ascienden capas hacia el exterior y los eliminamos por la capa más alta, la capa córnea, como escamas de células muertas, y son reemplazados por los nuevos que nacen en la capa basal. En la epidermis también se encuentran los melanocitos y las células de Langerhans (que nos defienden).
Dermis. Está debajo de la epidermis. En ella se encuentra lo que llamamos tejido conjuntivo junto con vasos sanguíneos y linfáticos, terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas y sebáceas y folículos pilosos.
Hipodermis o Fascia Subcutánea: es la capa más espesa de la piel y está unida a la dermis por fibras de elastina y de colágeno. Está constituida por los adipocitos, que producen y almacenan grasas. Estos cuerpos grasos son necesarios para el buen funcionamiento de cada célula cutánea ya que, al degradarse, producen energía vital. Constituyen un tejido de sostén flexible y deformable que posee propiedades de “amortiguación” frente a los choques, un verdadero “colchón” para la piel. Estas células también desempeñan una función aislante y, por tanto, participan en la termorregulación de la piel.
Pero, ¿qué ocurre si este tejido se altera de forma permanente?
Cuando la arquitectura del tejido conjuntivo de la hipodermis bajo la piel se distorsiona se forma lo que se denomina “celulitis” o lipoesclerosis.
Es una degeneración del colágeno, que se dispone en bloques amorfos que provocan aprisionamiento de células adipocitas denominadas triglicéridos. Esto se conoce como “piel de naranja” y está causada normalmente por alteraciones hormonales, como el exceso de progesterona o estrógenos, que favorecen la acumulación de adiposidades de grasa y retención de líquido. La capa hipodermis queda degenerada por una alteración de la circulación de toda la zona, ya que se produce una dilatación de los vasos venosos y linfáticos, provocando varices y/o hematomas superficiales y profundos.
Consecuencias para nuestra Salud
Las principales y más visibles a corto plazo son: pesadez, hinchazón, dolor y calambres, tanto de la zona afectada como de todo el miembro inferior.
Existen muchas fases de alteración, algunos de ellas reversibles, sobre todo en las primeras fases, pero si este tejido no se trata se vuelve “Fibrosis cicatricial” en la cual ha existido una compresión progresiva sobre vasos y nervios, produciendo una alteración nutricional de todo el tejido conjuntivo.
Esto a la larga favorece la aparición de varices, de hematomas, el tejido se vuelve muy doloroso al tacto, los músculos ven limitada su capacidad de contracción y estiramiento, se va mermando el movimiento y la funcionalidad de las fascias… En consecuencia, se va produciendo un deterioro de nuestra salud en general. Cuanto antes se trate, menores serán las secuelas.
Un tratamiento muy eficaz y natural, respetando la fisiología de tu cuerpo
Desde la Fisioestética buscamos res-establecer la normalidad del tejido, respetando la forma y función del mismo. Esto podemos conseguirlo a través de:
- Terapia Manual, con técnicas de drenaje linfático y descompresión miofascial, Masoterapia, estiramiento, movilización neural y Craneo-Sacro
- Electromedicina, con aparatos de última generación como son la electro-estimulación, la presoterapia y la tecarterapia
- Ejercicio Terapéutico, mediante técnicas de entrenamiento específicas para poner en marcha el sistema vascular y muscular afectado.
- Vendaje neuromuscular y acupuntura: facilitan la circulación y mejorar el estado general de los tejidos.
- Cosmética ecológica. En nuestro centro solo utilizamos cremas y aceites a base de ingredientes naturales y ecológicos. De esta forma se produce una mejor absorción y un mayor efecto en nuestro organismo.
Todo esto unido a un buen diagnóstico previo y a la retirada de los bloqueos fasciales, musculares y circulatorios de todo el cuerpo; harán que tu celulitis mejore e incluso desaparezca. Cada tratamiento es único y personalizado para cada paciente ya que no hay dos personas ni dos cuerpos iguales. Coméntanos tu caso sin ningún compromiso y estudiaremos cúal es la mejor solución para tí.
Conoce más tratamientos de fisioestética en el siguiente enlace
http://www.centroelle.com/fisioestetica/