El baño de contraste de agua fría y caliente es una técnica que influye sobre la circulación de
nuestro organismo, y se ha utilizado desde tiempos pasados en el tratamiento y rehabilitación
de diversas lesiones musculoesqueléticas.
Para llevarla a cabo necesitamos dos cubos o cubetas en las que se pueda introducir
fácilmente la zona a tratar. En otras partes del cuerpo en las que no es posible sumergirlas se
utilizará la misma técnica de constraste pero utilizando compresas calientes o frías.
Durante un tiempo de 12-15 minutos, la secuencia a realizar sería la siguiente:
BENEFICIOS
– Estimulación de la vasodilatación (aumento del diámetro de los vasos sanguíneos) y la vasoconstricción (disminución del diámetro de los vasos sanguíneos), aumentando por tanto el riego sanguíneo en la zona.
– Limpieza de los tejidos y reducción de los edemas.
– Disminución de la rigidez y dolor.
– Movilización y estimulación del Sistema Nervioso Autónomo.